La Bioseguridad es la disciplina que se encarga de gestionar de manera específica el correcto manejo y control de cualquier situación donde exista un riesgo biológico potencial y real, de forma que se pueda garantizar una correcta contención de microorganismos infecciosos y de material biológico contaminado para las personas y para el medio ambiente. Esto abarca el estudio y desarrollo de medidas, técnicas, protocolos y modos de actuación que se deben aplicar durante el trabajo, o situaciones relacionadas con la exposición a agentes biológicos y en cada uno de las situaciones de trabajo vinculadas a este, para minimizar al máximo el riesgo de exposición, infección y transmisión entre las personas, otros seres vivos y el medio ambiente.

Hasta el presente, la Bioseguridad ha sido una disciplina muy extendida y de aplicación obligatoria muy especialmente en el ámbito científico. En 1983 la OMS publicó el primer Manual de Bioseguridad para los laboratorios, que debía ser implementado para garantizar el máximo nivel de seguridad biológica a los trabajadores de ese ámbito. Desde entonces se ha actualizado en varias versiones publicándose la cuarta y última edición en 2020 (https://www.who.int/publications/i/item/9789240011311). Esto se ha traducido en poder cumplir con la normativa internacional del área, y conseguir así la máxima eficiencia en la puesta en práctica de esta normativa y de la legislación de forma que se complementen en cada país. Como consecuencia, en los laboratorios se ha logrado alcanzar los más altos niveles de seguridad para los trabajadores con el control de la exposición a patógenos de riesgo y la contención de estos optimizando así también la protección de la población y el medio ambiente a la par del progreso de la investigación científica. 

La Bioseguridad es por tanto una disciplina que se encarga de prevenir, controlar y frenar cualquier foco o brote infeccioso o de enfermedad infecciosa que pueda surgir y afectar a la salud pública. Por tanto, para estar adecuadamente preparados y poder dar una respuesta rápida y eficaz al riesgo biológico desde su nivel más bajo hasta el más alto nivel de peligrosidad, la Bioseguridad debe ser siempre parte de cualquier ámbito profesional, especialmente de aquellos donde el riesgo biológico es un aspecto permanente y manifiesto.

Sin embargo, la Bioseguridad no se ha aplicado de forma específica y regulada en otros ámbitos de alto riesgo biológico y de gran importancia para la prevención, detección y control de este riesgo y sus consecuencias a nivel de la salud del trabajador y de la salud pública. Un ejemplo de esto es el ámbito sanitario, de enorme relevancia en este sentido, particularmente los hospitales y los centros de salud a donde sin duda los primeros casos de cualquier enfermedad infecciosa, emergente o reemergente y desconocida, acudirán en busca de asesoramiento y atención médica. Reflejo de esto fue el escenario que se vivió durante la pandemia por el virus SARS-CoV2. En agosto de 2020 España llegó a ser el país con más contagios por Sars-CoV2 y uno de los más afectados en su ámbito sanitario. La comunidad sanitaria fue de hecho la más azotada por el nivel de contagios de esta enfermedad a nivel global, cifrándose los contagios en septiembre de 2020 entre este personal en 4 millones de los 29 millones de contagios totales en ese momento. Esto suponía haber alcanzado un 14% de contagios en este ámbito, y teniendo en cuenta que este personal significa sólo el 2% ó 3% de toda la población ese nivel de contagios dejaba patente el alto riesgo biológico al que se exponen estos profesionales. La OMS hizo entonces un llamamiento urgente a todos los países para reforzar las medidas de protección y seguridad para este personal profesional. Con ello quedó evidente la necesidad de una mejora en las medidas de prevención alcanzando un papel relevante la aplicación de la seguridad biológica de manera profesional y especializada.

Actualmente, el aumento de la globalización, el incremento de las infecciones intrahospitalarias, las resistencias a medicamentos y la reemergencia y emergencia de agentes biológicos, capaces de provocar epidemias y pandemias de alto riesgo que pueden paralizar a un país es un hecho y una amenaza crecientes. Así, la correcta gestión y la preparación frente a riesgos biológicos suponen una necesidad de crucial importancia, tanto para el ámbito sanitario como para la estabilidad social y económica de un país.

Desde el inicio de la pandemia por el virus Sars-CoV2, distintos países del mundo apoyados por las recomendaciones de distintos organismos de reconocido prestigio en la materia (CDC, ECDC, OMS…) ya han empezado a actualizar sus políticas sanitarias y de prevención frente al riesgo biológico actual y futuro. En España, la legislación sobre la exposición y protección de los trabajadores frente a los agentes biológicos ha tenido que ser actualizada, incrementando y ajustando la aplicación de medidas de Bioseguridad y Biocontención en ellos (RD 664/1997; https://www.boe.es/buscar/pdf/1997/BOE-A-1997-11144-consolidado.pdf). Ya el reglamento de los servicios de prevención (https://www.boe.es/buscar/pdf/1997/BOE-A-1997-1853-consolidado.pdf) contempla la consulta y el uso de las normas estandarizadas y especializadas desde 1997, y desde la declaración del final de la crisis sanitaria a mediados de 2023, se ha establecido el sistema de vigilancia sanitaria de enfermedades respiratorias que incluye al Sars-Cov2, gripe A, VRS y virus desconocidos futuros. Todo esto, y otros aspectos no mencionados en este artículo, revelan que para cumplir y aplicar correctamente la legislación actual se ha de considerar la mejora en el conocimiento, la interpretación y el entendimiento de aquellos requisitos técnicos relacionados con la seguridad biológica y la gestión de los agentes biológicos de riesgo. Para poder implementar correctamente esos requisitos de la legislación estrictamente derivados de la disciplina de la bioseguridad, los trabajadores deben recibir una formación e información profesionales sobre el riesgo biológico al que pueden estar expuestos, y sobre el manejo y la gestión de éstos en sus lugares de trabajo de una manera especializada.

Siguiendo la normativa europea técnica estandarizada sobre la disciplina de la Bioseguridad a la que España se acoge, los profesionales en Bioseguridad deben cumplir con un perfil profesional determinado para gestionar el riesgo biológico e impartir la formación adecuada a otros profesionales de forma segura, eficiente y eficaz. En este sentido, es necesario que tanto el ámbito privado como el público en el área de la salud nacional trabajen conjuntamente para optimizar las capacidades del país frente al riesgo biológico en general, y por tanto frente a cualquier brote epidémico o pandémico presente y futuro.

Dra. Patricia Obregón Calderón

Directora de Gestión de Bioseguridad e Innovación

PhD, Bioquímica y Biología Molecular

patricia.obregon@microclean-solutions.com

MICROCLEAN, microclean-solutions.com